Estas hojas son muy fáciles de hacer y quedan muy bonitas para decorar tartas y pasteles.
Coge algunas hojas de algún árbol que te guste, tienen que estar sanas, si están mustias o secas no te valdrán.
Lavalas bien debajo del grifo con agua y jabón y secalas muy bien.
Funde un poco de chocolate al baño maría, con una brocha pinta el dorso de las hojas que es donde están los nervios, así quedarán más bonitas, metelas en el frigorífico durante una hora, pasado este tiempo dale otra mano de chocolate y vuelve a meterlas en el frigorífico otra hora más, después solo tienes que despagar la hoja del chocolate con cuidado y listas para decorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario