Ingredientes:
- 1 pollo troceado.
- 2 cabezas de ajo.
- 2 hojas de laurel.
- 1 vaso de vino blanco.
- Unos granos de pimienta.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Lava el pollo, yo además le quito el pellejo y los trocitos de grasa que pueda tener, pero eso ya va a gustos, ve colocandolo en una bandeja y lo vas salando.
Pela las cabezas de ajo y trocea los dientes en dos a lo largo.
En una cacerola cubre el fondo con aceite de oliva, refrie los ajos y cuando empiecen a dorar, añade el pollo, el laurel y los granos de pimienta, rehoga durante unos minutos, añade el vaso de vino, tapa la cacerola y deja cocer a fuego medio, remueve de vez en cuando para que el pollo se haga bien por todos los lados.
Cuando el pollo ya está bien cocido, destapa la cacerola y deja cocer hasta que se vaya consumiendo el caldo y el pollo esté bien doradito.
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